Cambios recientes: obras y deterioro de la Rambla

Hola a tuiquios los lectores, estreno mi participación en este blog, concedida por Maria Jesús, comentando una serie de cambios que he observado desde la última vez que visité el Chiri.


En primer lugar, he podido ver que están obrando para echar calles y solares un terreno que hay antes del cuartel, a mano izquierda, viniendo de Vélez. He comprobado que han respetado en dicha urbanización el trazado de un carril que hay que une la carretera con la Rambla, de lo cual me alegro, y me hace pensar que también se habrá respetado el camino subterráneo de la Mina de las Aneas, que alimenta a la balsa homónima y que pasa más o menos por allí debajo. Es un chorrillo pequeño, pero, al igual que el resto de caños y manantiales del pueblo, es muy digno de conservarse.


También vide que por fin se están llevando a cabo las obras tan importantes y necesarias de restauración de la Iglesia, lo cual aplaudo.





He pasado por el parque camino del Honno a comprar los deliciosos dulces caseros del Chiri y me he desviado un momento para ver cómo iban de agua los caños, los de la plaza del paseo. De agua van bien, pero les sobra bastante porquería que tienen, dan un aspecto bastante lamentable.





Pero los cambios más notables que he visto son los de la Rambla, uno de los mejores parajes naturales del Chiri y un tesoro digno de conservarse y potenciarse su uso como lugar de agradabilísima caminata.


Bajando por la Rambla de Pelos como acostumbro, lo primero que he visto es que, como es típico de estas fechas, se deja el agua de la Cieca los Molinos suelta para que riegue los álamos y sabucos que tanto amenizan el entorno de la Rambla y que a tantos pajarillos sirve de refugio.


Pronto ha venido la primera sorpresa desagradable: para canalizar esta agua sin uso para el regadío, han abierto desde el parque hasta un poco antes de las desembocaduras de la Rambla de Pelos y la húmeda Rambla del Alamiz, un surco. El surco sirve para que no se desparramen las aguas por todo el lecho de la Rambla y los coches puedan pasar con comodidad.





Bien, ¿cuál es el problema de este pequeño movimiento de tierras? Que para conseguirlo han ido las máquinas COMIÉNDOSE UN TROZO DE BARDA, ensanchando la Rambla a su costa. Las bardas son una estructura tradicional levantada para ganar tierras de cultivo a la Rambla y al mismo tiempo evitar los nefastos efectos de las crecidas, que pueden anegar los bancales.
El pequeño talud practicado en la base de la barda, cuando las aguas crezcan, caerá fácilmente y acelerará dramáticamente la erosión de estos montículos tan imprescindibles para el mantenimiento de la Vega en un estado aceptable.


Que desgraciadamente la mayor parte de los bancales estén en desuso no es motivo suficiente para descuidar la protección de las bardas. En algunas zonas han descendido lo suficiente para permitir a las aguas crecidas saltar por encima, provocando el deterioro del suelo de los bancales. Es una tierra bastante blanda, mezcla de tierra de labor y arena de la Rambla, y la EROSIÓN es un grave problema que la deja cada vez con menos tierra, con cada crecida, sobre todo en las zonas donde no hay vegetación de zarzas, álamos o sabucos. Es un proceso natural que se agrava y empeora con actuaciones humanas, y no se arregla sino renovando la tierra y plantando abundante vegetación que luche contra la fuerza erosiva del agua. NO se soluciona echando escombros en vez de tierra, como lamentablemente se ha hecho en unas pocas zonas, lo que aparte de quedar horrible y destrozar el entorno natural, agarra la tierra más bien poquico.


Remontando la Rambla he ido a ver las obras, había oído que el Sastre había cedido unos bancales por allí al Ayuntamiento, pero sólo había visto algunos ribazos de mármol terminados. Una lástima que tierra tan buena, rica y productiva vaya a perderse para siempre, pero se puede quedar bonico, siempre y cuando planten abundantes árboles, a la manera de las alamedas del parque o similar. Pasará de ser unos bancales verdes con el fondo inmejorable de los cortijos blancos sobre la loma a un descampao bastante feote, de no ser así. Una foto de cómo eran hasta hace poco (en verano) y otra de cómo están ahora mismo:








Lo que no me esperaba yo ver era la obra de la Rambla.


Realmente se ha quedado bonico, lo de la Rambla. Bastante espectacular, parece una dársena o un cauce propio de algún río caudaloso. Conjunta bastante bien con el ribazo que ya estaba, el del parque, y realza la belleza de ese agüilla tan importante que brota de la Vega para convertirse en Cieca de los Molinos e ir a alimentar a los huertos. El único problema que veo es que, cuando haga calor, y también si en verano amengua el caudal (que debería potenciarse arreglando el caño donde nace este agua, derrumbado hace un tiempo), estas aguas casi estancadas se llenarán de ovas, y habrá que estar limpiándolas cada dos por tres. Antes también tenía su encanto, ahora es un encanto más artificial pero también más espectacular, como se puede ver en esta comparación fotográfica:








Me ha gustado realmente la obra en la Rambla al lado del parque, no así el resto de cambios que he visto. Personalmente, creo que debería priorizarse más el cuidar los márgenes de la Rambla más abajo y más arriba del pueblo, y aprovechar el gran potencial de este lugar tan húmedo y tranquilo (a no ser que pasen quads levantando polvareas en el verano). Repoblar abundantemente las bardas de álamos, sabucos, sauces y demás vegetación propia (no sólo en zonas determinadas, como a lo largo del pueblo, y con árboles cada varios metros y en zonas donde al salir el agua se los va a llevar palante sí o sí, que está bien, pero es insuficiente: en toda la Rambla y con vegetación cerrada, y no a costa de asociaciones altruistas, sino con empeño municipal), reverdecerlas, recrecerlas y acompañarlas de indicaciones sobre la cultura tradicional del agua en la Vega y los caños y sobre el precioso entorno. Un lugar tan único posee unas posibilidades muy grandes para propiciar momentos agradables y demás, y creo que no debe ignorarse ni dejar que se pierda (más aún, pues ya está en franco deterioro) su belleza.


No soy el primero que habla de la necesidad acuciante de arreglar bardas y caños, en el genial y detallado artículo de Isabel Navarro Torrente y Juan Antonio Muñoz Muñoz se explica en qué consiste todo esto. Publicado en la Revista Velezana de 2000, se puede leer online en la página web ecologista y de crítica social almeriense(que recomiendo) Almediam, y creo que es un texto de tanto interés que todos los chirivilenses deberían leerlo. Quizá así alguno aprecie más un tesoro tan grande como es la Rambla y la Vega y sus antiquísimos sistemas hidráulicos, ECOLÓGICOS y SOSTENIBLES (al contrario que la irrigación por pozos, respetan el nivel freático, estos antiguos sistemas de toda la vida no necesitan combustible ni energía alguna, aparte de la misma gravedad, para sus surgencias, y además pueden generar a su paso entornos naturales preciosos. Son compatibles con el sistema de riego por goteo y con el ahorro de agua, manteniendo al mismo tiempo bellos bosquetes de ribera, NO SON PARA NADA SISTEMAS OBSOLETOS, sino mal cuidados, pero totalmente susceptibles de ser mantenidos y reparados para siempre. Sería una verdadera lástima que se sustituyeran por otros sistemas más artificiales).


Lamento haberme extendido en exceso sobre este artículo, pero, si alguien lo lee y le gusta o le sirve de algo, me daré por satisfecho. Aprovecho para acompañar con este vídeo, que sugiero a la administradora que cuelgue en la sección derecha, una grabación míaen los álamos de la Rambla, por el Pago de la Casa Abajo, del canto de los pájaros del Chiri, pájaros que bien podrían ser los que inspiraron el poema que a ellos dedica mi tío (primo de mi bisabuelo) Julio Alfredo Egea.





Un cordial saludo a todos los chirivilenses de parte de vuestro primo Antonio Mirón, a fecha de 12 de febrero de 2009.


PD: He preferido usar palabras propias como "cieca" y "sabuco" en vez de las más comunes "acequia" y "sauco" o "saúco" por respeto al habla tradicional del Chiri, que intento conocer y conservar en la medida de lo posible. Por si a alguien le chocan, ambas son formas admitidas por la RAE, aun no siendo ello impedimento de que merezcan igual respeto otras formas del dialecto que aquí se habla que no aparecen en dicho diccionario.